sábado, 27 de septiembre de 2014

Microrrelatos de 25 palabras

Os dejo algunos de los microrrelatos  más cortos que he escrito nunca. Tienen cómo máximo 25 palabras cada uno. Intentar concentrar toda la información de una historia en apenas un par de frases resulta muy estimulante pero bastante complicado.
Mi intención era dejar un regusto un tanto amargo en el lector para incitar a la reflexión. No sé si lo habré conseguido. Juzgad vosotros mismos:

........................................................................................................................

INCRÉDULO 
Descargó su furia contra la pared. Lo que no esperaba es que ésta se fundiera con su brazo. Nadie lo ha vuelto a ver.

........................................................................................................................


PODER OCULTO
Las paredes de casa se transformaron como, por arte de magia, en la cárcel que vi en mi pesadilla. Ahora sueño con pájaros.

.......................................................................................................................


INEVITABLE
Era tan hermoso que no pude evitar echarlo a la cazuela. Ahora ella me mira del mismo modo.

........................................................................................................................


AUSENCIAS
El doberman agarró el examen con los dientes y lo dejó junto a la pizarra. Jamás pensé que extrañaría a la señorita Carmen.

........................................................................................................................


INESPERADA
Observó una dulce mariposa revolotear alrededor y posarse en su mano. Su hermosura no presagiaba el sabor amargo que le dejó en el paladar.

........................................................................................................................

Si os apetece leer más microrrelatos, en el blog literario "Leer es viajar" publicaron un par de artículos (uno el año pasado y otro hace un mes) con algunas de mis historias. Os dejo los enlaces:


   

miércoles, 9 de julio de 2014

Células

Cuando comenzaron los experimentos, nadie pensó en las consecuencias a largo plazo y, de hecho, no fue hasta pasados casi veinte años de su legalización que algunos ¾solo algunos¾ comenzaron a arrepentirse.
Carlo era un adolescente durante aquellos años en los que un intenso debate moral removió la sociedad. Algunos hablaban de aberración de la naturaleza mientras otros afirmaban estar ante uno de los mayores avances de la historia.
En la primavera de 1984, los gobernantes de los países más importantes del planeta intentaron zanjar el asunto y firmaron un tratado en el que legalizaban el trasplante de órganos y miembros entre seres humanos. Tan solo una semana después se realizó la primera intervención: a una mujer le habían tenido que amputar una pierna  por culpa de una enfermedad y le injertaron la de otra mujer de su misma edad fallecida el día de antes. Todo salió a la perfección.  
Ante el éxito de las primeras operaciones, incluso los más escépticos empezaron a pensar que tal vez sí se tratase de ese gran avance del que algunos hablaban.
Carlo tuvo un accidente de moto poco antes de cumplir los diecinueve y perdió las dos manos. Sus padres no lo dudaron y gastaron todos los ahorros para que su hijo pudiera recuperar las extremidades perdidas. Los gobiernos habían firmado la legalidad de este tipo de intervenciones pero no se comprometieron a realizarlas. Surgieron decenas de empresas que se dedicaban al trasplante entre seres humanos. Solo unos pocos podían permitírselas.
Pero poco tiempo después, a una clínica llegaron dos muchachas que acaban de cumplir los dieciocho. Me encanta su nariz, explicó una de ellas. Y a ella le encantan mis orejas. ¿Creen ustedes que podrán hacerlo?
Nunca se había planteado la posibilidad de trasplantar miembros entre personas vivas, pero en aquella clínica no les pareció mala idea. La ley no decía nada al respecto. Tal vez se lo dictó su conciencia o tal vez su billetera. Fuera como fuese, una semana después, aquellas dos muchachas tenían la nariz y las orejas que siempre habían querido.
Se desató la fiebre del trasplante. Todo el mundo intercambiaba miembros con gente que, en muchos casos, ni siquiera conocía. Se podían consultar catálogos para encontrar lo que uno buscaba. Muchas personas empeñaron sus casas por conseguir unas piernas bonitas o el ombligo con el que siempre habían soñado.
Carlo había vivido acomplejado desde su operación de moto. Sentía que aquellas manos no eran suyas. Unos dedos ajenos se movían a las órdenes que dictaba su cerebro pero eso nunca fue suficiente para reconocerlos como propios.
Alrededor de veinte años habían transcurrido desde aquella primavera del 84, cuando se detectó el primer caso. Uno de los primeros hombres al que habían trasplantado un miembro ¾concretamente la pierna¾, comenzó a sentir en ella unos extraños calambres. Se movía sola, como intentando chutar una pelota imaginaria. El problema fue en aumento. No podía dormir por las noches, apenas podía caminar. Los médicos intentaron de todo pero no fueron capaces de solucionarlo. Hasta que a alguien se le ocurrió investigar quien había sido el anterior dueño de aquella pierna: un futbolista.
Aquella investigación desencadenó muchas otras. Se descubrió el caso de una mujer cuyas manos habían pertenecido a una mecanógrafa y ahora no podía parar de teclear en una imaginaria máquina de escribir. Un hombre, al que se le había trasplantando el corazón de un sacerdote, comenzó a asistir a misa todas las mañanas, a pesar de haber sido ateo toda su vida. Las personas comenzaron a ver alterado su carácter. Los que investigaron la procedencia de sus trasplantes, descubrieron que los dueños anteriores tenían personalidades muy parecidas a las que ellos poco a poco iban adoptando.
Carlo no quiso saber a quién habían pertenecido sus manos. Les prohibió tajantemente a sus padres que investigaran nada al respecto. Bastante problema le suponía ya el asunto.
Es un efecto a muy largo plazo, dijeron los grandes magnates de la industria del trasplante. Tengan en cuenta que en todos los casos han pasado más de quince años desde que se realizó la intervención. ¿Cómo podríamos haber previsto algo así?
Pero la psicosis fue creciendo más y más. Todo el mundo buscaba horrorizado los orígenes. Algunos amigos que habían intercambiado parte de su anatomía exigían ahora invertir el trueque. Otros sin embargo se negaban, felices de los nuevos atributos adquiridos.
Los gobernantes anularon la ley del 84 y decretaron la prohibición de realizar trasplantes, a excepción de aquellos que fueran solamente para restablecer otros del pasado.
He descubierto algo horrible, le dijo su padre una tarde al abrir la puerta de casa. Por fortuna su madre no estaba. Carlo vio un documento en su mano y supuso de qué se trataba. Su padre en seguida lo confirmó: era el informe donde aparecía el nombre del anterior dueño de sus extremidades. Carlo enloqueció. No quería saberlo. Era lo último que necesitaba. Su padre parecía preocupado e intentó obligarle a escuchar lo que tenía que decir. Pero él no le dejó.
Carlo cogió el jarrón que engalanaba la mesita de la entrada y lo estampó contra la cabeza de su progenitor. En un arranque de rabia nunca antes vivido la emprendió a golpes con él hasta dejarle sin vida. Comenzó a correr desesperado. No podía creer lo que había hecho. Gritaba enloquecido. No entendía.
Cuando consiguió calmarse, se arrodilló junto a él. Arrepentido, llorando, cogió el documento que había quedado atrapado en la mano de su padre. Roberto García Palomares. Ese era el nombre que tanto había temido.
No pudo dar crédito cuando leyó sus antecedentes: acusado de varios homicidios, absuelto por falta de pruebas.
Un asesino. Sus manos pertenecían a un asesino. Todo se nubló a su alrededor.
Pero no advirtió que el informe hablaba solo de una de las manos. Él siempre pensó que las dos pertenecían a la misma persona, pero su padre había descubierto que no era así.
La otra mano pertenecía a un suicida. Aunque eso nunca lo supo.


domingo, 11 de mayo de 2014

Breve ensayo sobre una piedra

Situémonos.
 Año 1903. Estamos en la República democrática del Congo, o más bien deberíamos decir en el Estado Libre del Congo, pues ese era su nombre en aquel momento. El país pertenece al rey belga Leopoldo II. No se trata de una colonia, ni siquiera eso. Es su propiedad privada, como el que tiene un jardín o una casa en la playa, él tiene un país.
Joseph es un soldado belga que acaba de cumplir los veintitrés. Ha llegado al Congo hace algunas semanas y ahora se encuentra inmerso en el corazón de la jungla. Decidió alistarse porque el ejército belga estaba allí para luchar contra la esclavitud, una de las más nobles acciones que puede llevar a cabo un hombre.
Pero… no, espere. Tal vez no sea el año 1903 ni estemos en el Estado Libre del Congo, no estoy seguro.
Tal vez estamos en realidad en el año 2003, en un país devastado por la guerra, la República de Irak. Hasta hace algunas semanas, gobernado por un cruel dictador. Ahora, tras una breve y desigual contienda, la coalición de países liderada por Estados Unidos ha depuesto al tirano y promete libertad y justicia.
Kevin es un soldado estadounidense que se enroló porque no tenía más opciones para alimentar a su familia. Destinado en Kirkuk, tiene veintitrés años y dos hijas. Estaba en paro y el ejército era su única salida. A pesar de todo, está contento de participar en la lucha contra el terrorismo.
Y es ahora, una vez que nos hemos situado ¾o, al menos, lo hemos intentado¾, cuando podemos comenzar a relatar esta historia.
Joseph creía con sinceridad que el ejército belga había ocupado el Congo para liberar a los africanos de la esclavitud. Lo que encontró fue el infierno. No podría nombrarse de otro modo.
Kevin creía con sinceridad que la coalición internacional había ocupado Irak para liberar a los iraquíes del dictador. Lo que encontró fue el infierno. No podría nombrarse de otro modo.
Joseph ha visto cometer muchas atrocidades contra los congoleños. Su sargento y algunos miembros más de su unidad cortan manos a diario, como el que corta pan cada mañana. Si los esclavos llegan tarde con los cargamentos de caucho, si no obedecen sus órdenes, si alguno holgazanea más de la cuenta, no dudan lo más mínimo en castigarles. En ocasiones les azotan con el chicote, pero la mayoría de las veces, les cortan la mano. Incluso parecen disfrutar con ello.
Kevin ha visto cometer muchas atrocidades contra los iraquíes. Su sargento y algunos miembros más de su unidad se emplean con dureza en el trabajo. Si en la calle alguien sin identificar se acerca más de la cuenta, lo mejor que puede pasarle es recibir un disparo de advertencia. Si algún preso se niega a obedecer, no dudan en torturarle. En ocasiones le desnudan, cubren su cabeza con una bolsa de basura y simulan que van a fusilarle. Otras veces le apalean hasta la muerte. Incluso parecen disfrutar con ello.
Llegados a este punto del relato, el lector ya habrá comprendido que Joseph y Kevin nunca se han conocido y nunca lo harán. Al fin y al cabo, todo un siglo les separa. 
Ya está anocheciendo, Joseph se encuentra en la parte alta del río Congo, en un campamento perdido en la jungla. Tumbado en el interior de su tienda, se encuentra de mal humor. Trajo consigo una pulsera de plata, símbolo del compromiso que ha adquirido con Elizabeth ¾se casarán cuando él regrese¾,  pero la ha perdido. Era su único vínculo con el mundo, más allá de la locura de aquellas selvas. Escucha ruido fuera. Se levanta y sale a ver qué ocurre. 
Ya está anocheciendo, Kevin se encuentra en un control militar junto a su sargento. Ambos están atentos al menor movimiento entre las sombras. La amenaza de una bomba o de un francotirador les mantiene alerta. Sus ojos no dejan de examinar cada detalle a su alrededor mientras Kevin habla de sus hijas. Las echa de menos. La mayor es autista y la pequeña acaba de comenzar en la escuela. El sargento no está casado y no tiene descendencia, tampoco parece interesado en tenerla. Escucha a Kevin o, al menos, finge escucharlo. Pero un movimiento en las sombras llama su atención y ambos callan.
Joseph sale de la tienda. El sargento y un par de soldados se acercan apresurados hacia él. Traen en volandas a un chavalillo de unos diez años. Su cuerpo poco se diferencia del de un muerto. No se atreve a levantar la mirada del suelo. Está temblado. Trae el puño cerrado, algo esconde. Al llegar frente a él, el sargento le obliga a abrirlo. La pulsera de Elizabeth. Allí está. Joseph la mira sorprendido. Sonríe. Pero la alegría por haberla encontrado no dura mucho. Está claro que el pequeño la ha robado. Merece un castigo.
Kevin observa como un muchacho surge de la oscuridad y camina de un modo extraño hacia ellos. Como a trompicones se acerca despacio. Lleva una camisa amplia, a saber que puede esconder ahí debajo. El sargento le da el alto en repetidas ocasiones, Kevin también le grita, pero el chico no parece escucharles. Tal vez ni siquiera les entienda.
Uno de los soldados tiende un machete a Joseph. Él está furioso con el mocoso que había robado su pulsera, pero no hasta el punto de querer amputarle la mano. Las miradas de los dos soldados y del sargento escudriñan la suya. Aún no le han visto ajusticiar a ninguno de los salvajes como se merecen, tal vez sea uno de esos defensores de sus derechos. Tal vez ese soldado que no se atreve ahora a cortarle la mano al pequeño ladronzuelo denuncie sus actos al regreso a Europa. Quizá sea un traidor.
El sargento apunta con el fusil al muchacho que se acerca. Kevin está asustado, es un novato poco acostumbrado a estas situaciones. El chico sigue caminando y el sargento no duda. Sabe lo que tiene que hacer. Aprieta el gatillo sin vacilar. Pero el fusil no dispara. Se ha encasquillado. Comienza a maldecir. Kevin está cada vez más nervioso. Le grita al muchacho que se detenga, pero no parece escucharle. La luz amarillenta de una farola ilumina el rostro del intruso. La mirada perdida. Kevin reconoce el mismo gesto de su hija mayor. El sargento le grita enloquecido que dispare. Apenas cuatro o cinco metros les separan del muchacho.
Joseph sabe con certeza que sus compañeros no le perdonarán si no castiga al chaval. Es él o el niño. Si se hubiera inventado un dispositivo para medir el miedo, tal vez los índices de Joseph fueran incluso más altos que los del pequeño ladrón. Da un paso al frente y coge el machete de la mano del soldado. Evalúa que puede ocurrirle si se niega a castigar al niño. Toma su muñeca con firmeza.  Le mira a los ojos y éste, por primera vez, le devuelve la mirada. Están temblando. Ambos. Joseph aprieta el machete con su mano derecha. El sudor impregnado en el mango. La jungla les envuelve, lo inunda todo.
Kevin sabe con certeza que el sargento no le perdonará si no dispara al intruso antes de que esté demasiado cerca. Pero él está seguro de que es inofensivo. Solo ve el rostro de su hija en ese chico que se acerca a trompicones. Kevin levanta el fusil y le apunta directamente a la cabeza. Está temblando y no tiene la precisión que demostró en los campos de entrenamiento. Tal vez falle el disparo. En el caso de que decida disparar. El sargento le grita sin cesar. Tiene los ojos inyectados en sangre. Tal vez ese niño guarde una bomba bajo la camisa. La oscuridad les envuelve, lo inunda todo.
Llegados a este punto no me queda más remedio que reconocer que no sé cómo terminó esta historia. Pero tal vez eso no importe tanto en realidad.
Es curioso ¿verdad? ¿Quién lo iba a decir? Separados por nada menos que cien años, Joseph y Kevin han caído en la misma trampa. 
Al fin y al cabo, dicen que los seres humanos somos el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. 
Parece mentira.


sábado, 8 de febrero de 2014

MICRORRELATOS: "PEQUEÑOS DESPISTES"


Mamá suspiró profundamente y recogió dos cubiertos. Yo había puesto la mesa y me había vuelto a equivocar. Pero ella no dijo nada, solo quitó los dos que sobraban. Después de cenar, me subió al piso de arriba y, como todas las noches, me dio un baño caliente. Me llevó a mi cuarto y me metió en la cama.
_Buenas noches mami – le dije yo, arropada hasta la nariz.
_No es tu madre, Herminia. – Una voz desgastada sonó desde la cama de al lado.
Pero no la hice caso.
Mamá cerró la puerta con media sonrisa en los labios. Qué guapa estaba con su bata blanca.

domingo, 26 de enero de 2014

¡Ya son 25 los artículos publicados sobre Kichay en diferentes blogs y revistas literarias!

Con la última reseña publicada hace unos días en el blog "El baúl de Sherezade" ya son 25 los artículos que se han escrito sobre Kichay en diferentes revistas y blogs en el último año. (Puedes echar un ojo en http://alejandroromera.com/kichay/criticas/)

Estas son algunas de las opiniones que los diferentes críticos han ido dejando: 

"Sus relatos son impactantes, están llenos de fuerza narrativa y tienen un mensaje claro que llega a nosotros de una forma original."

"La mayoría tienen unos finales muy cuidados que me sorprendieron y me dejaron con la boca abierta."

"Merece la pena acercarse al estilo de Alejandro, es bastante particular."

"Alejandro, con un estilo pulcro, bastante conciso y directo, nos invita con “Kichay” a un recorrido a través de pasiones y sentimientos. "

"Este libro es perfecto para realizar talleres de motivación a la lectura, ya que facilita la reflexión y el debate con los participantes."

"...Y nos dice mucho en muy poco espacio, nos hace sentir muchas cosas con pocas palabras. Y esto demuestra que estamos ante un autor con talento. Con gran fuerza narrativa, con mucha intensidad trata Alejandro Romera sus historias, sus personajes... "

¿Y A TI? ¿QUÉ TE PARECIÓ KICHAY? ¿TE ANIMAS A DEJARME TU OPINIÓN?

viernes, 24 de enero de 2014

Palabras En Vuelo

Os dejo uno de los carteles que hemos diseñado para el próximo programa de Palabras En Vuelo, el ciclo mensual literario que coordino y presento todos los segundos lunes de mes en el centro cultural Federico García Lorca, en Rivas Vaciamadrid.
En febrero tenemos un invitado muy interesante: Miquel Silvestre. Viajero incombustible que se ha recorrido el mundo en moto y ha publicado varios libros, reportajes para RTVE...
Más información en:


domingo, 1 de diciembre de 2013

Actos literarios en Rivas en Diciembre

Este mes tengo el placer de participar en tres actos literarios en Rivas Vaciamadrid. Os dejo la información por si podéis y os apetece venir a alguno:

LUNES 9 DICIEMBRE
Primer programa de "Palabras en Vuelo", un nuevo acto literario mensual en Rivas que pretende ofrecer un formato variado y dinámico en el que hablaremos de literatura, regalaremos libros entre el público, proyectaremos vídeos, escucharemos la opinión de los lectores...
Centro Cultural Federico García Lorca. Lunes 9 diciembre a las 20h



JUEVES 12 DICIEMBRE
Kichay en El Mirador Literario de Covibar. Hablaremos del libro, contaremos cuentos y algunas otras sorpresas...
Centro cultural Armando Rodríguez. (Avenida del deporte S/N. Junto al metro Rivas Urbanizaciones). Jueves 12 diciembre a las 20h.



JUEVES 19 DICIEMBRE
Participación, junto a otros escritores, en el coloquio "Hablemos de literatura" en la libreria Las Hojas (Av. 8 de marzo, 2)
Jueves 19 de diciembre a las 20h.







sábado, 19 de octubre de 2013

La Hermandad Poe

"La Hermandad Poe es un grupo de artistas que se reúnen para ofrecer un giro nuevo a las historias clásicas de horror. No es sencillo formar parte de La Hermandad Poe de la misma forma que no es sencillo nacer ni morir. Algunos, solo algunos, lo consiguen."



La Hermandad Poe es un proyecto que acaba de nacer con la intención de tener una larga y fructífera vida. Nuestro primer retoño ya está en la imprenta y a punto de salir a la luz: Anatomías secretas, una antología de relatos de terror cuyo nexo común es la figura del licántropo. El próximo 31 de octubre - la noche de Halloween, como no podía ser de otra forma - será la primera presentación oficial de La Hermandad Poe y de Anatomías secretas. En ella, contaremos con algunos de los autores que nos hablarán del proceso de creación y de literatura de terror. Yo tendré el honor de interpretar en directo mi relato incluido en la antología.
¿Os lo vais a perder?

Foto

Blog de La Hermandad Poe:
http://lahermandadpoe.blogspot.com.es/

Página de facebook:
https://www.facebook.com/lahermandadpoe?fref=ts

Proximamente...

domingo, 13 de octubre de 2013

Relatos en Cadena

Este año voy a intentar participar todas las semanas en el concurso de la SER en colaboración con Escuela de Escritores: Relatos en Cadena.
Se trata de escribir un microrrelato de menos de 100 palabras que empiece por la última frase del relato ganador de la semana anterior. Solamente hay tres días para pensarlo y escribirlo ya que el ganador se conocer el miércoles por la tarde y hay de plazo para entregarlo hasta el sábado. Quizá hay quien piense que tres días son mucho tiempo para escribir 100 palabras, pero qué va, se quedan cortos.
La verdad es que no participo con el objetivo de ganar (aunque si me seleccionasen, me llevaría una buena alegría claro jeje), sino más bien con el objetivo de mantenerme en forma. Obligarme a escribir al menos una historia diferente todas las semanas creo que es un buen hábito para no dejarme llevar por la pereza.
En esta primera ocasión en que he participado, el microrrelato debía comenzar por la frase "Erase una vez".
Os dejo con los dos micros que escribí y mandé:

RUTINAS
Erase una vez un hombre que un día se convirtió en televisor. Así sin más. Una noche estaba tumbado en el sofá viendo fútbol, cuando de repente se transformó en un amasijo de pixeles y circuitos
En el mismo instante en que él sufría su metamorfosis en el salón, su esposa se convertía en la cocina en una vajilla al completo que caía contra el suelo haciéndose añicos. 
Y así quedaron. Separados por un tabique. Él atrapado en un partido de fútbol eterno y ella convertida para siempre en un montón de platos rotos. Ni uno ni otra advirtieron el cambio.

OTROS TIEMPOS
Erase una vez terminó su hatillo y se dispuso a coger el tren. Colorín Colorado le rogó una vez más que no se marchara. Sin él, no era nadie. Pero Erase una vez no le hizo caso, harto de que ya nadie le escuchara. Atrás quedaban los tiempos en los que sorprendía a todos con sus historias. Cuando puso el pie en el vagón, descubrió que Castigado sin cuento y ya es hora de dormir le observaban a lo lejos con una amplia sonrisa en los labios. Y entonces lo comprendió. Dejó escapar el tren. Allí aún le necesitaban.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Elaboración de la portada de Kichay

Ya conocéis la portada de Kichay. Pero antes de esa hubo varias propuestas que fueron rediseñándose hasta llegar a la versión definitiva. Os dejo con los primeros bocetos para que podáis valorar el trabajo realizado. ¿Qué tal? ¿Os gusta más algunas de las portadas que se quedaron en el camino?

Estas fueron algunas de las imágenes que sirvieron de base para las ideas iniciales:



Estas son las tres primeras portadas que realizaron los diseñadores de Chiado:




La siguiente portada ya fue casi la definitiva:


Y tras unos pequeños retoques, ¡por fin la portada de Kichay ya estaba lista!


¿Qué versión os gusta más?

lunes, 23 de septiembre de 2013

Chiado Editorial

Como muchos ya sabéis, llevo algunos meses colaborando con Chiado, una editorial que cada día está creciendo más en nuestro país.
Chiado se caracteriza, sobre todo, por su profesionalidad y su trato familiar y cercano. Un proyecto que cree en los autores noveles y apuesta por ellos.
Si alguno estáis interesados en que un consejo editorial lea y evalúe vuestros textos para una posible publicación, podéis mandarlos a: com.chiadoeditorial@gmail.com




Más información en: 


http://alejandroromera.com/editorial/

http://www.chiadoeditorial.es/

martes, 10 de septiembre de 2013

Reto Indie de la revista literaria "Hojas de Alisio"




La interesante revista literaria Hojas de Alisio nos propone un reto para los próximos meses: leer un libro de algunos de los autores que nos irá presentando en diferentes posts. 
Yo he tenido el gran honor de ser el primero de esos autores:

http://www.hojasdealisio.com/2013/09/reto-indie-post-01-alejandro-romera.html


Un abrazo y muchas gracias a Hojas de Alisio por pensar en mí. 



Os dejo el enlace donde se explica como participar en este reto:



Os animo a conocer y participar en esta revista literaria online que contiene artículos muy interesantes.

martes, 3 de septiembre de 2013

I FERIA DEL LIBRO DE RIVAS Y CUENTACUENTOS


Este sábado 7 se celebra la primera edición de la feria del libro de Rivas Vaciamadrid, en la que estaré presente por partida doble: con una actuación de cuentacuentos a las 18:00, y firmando ejemplares de Kichay durante toda la tarde.

El programa completo es el siguiente:

17.30 Recital poético Caradeluna, Pilar Escamilla y Pablo Blaya

18.00 Cuentacuentos, Alejandro Romera

18.30 Monólogo, Jesús Gimeno de Literactúa

20.30 Clase magistral en la calle, Juan Carlos MonederoAdemás, y dentro del Festival de Cultura en la Calle, a las 19.30 tendremos títeres y a las 22.00 Teatro de calle.

¡No os lo perdáis!

domingo, 1 de septiembre de 2013

"Mis películas de terror"

Desde hace algunas semanas, estoy colaborando con la interesante página "Mis películas de terror" que, como el propio nombre indica, nos trae todo sobre el cine de terror: críticas, información sobre estrenos, festivales, trailers, etc.
También es el blog oficial vinculado al festival "MadTerrorFest".



Hasta el momento, he escrito tres artículos:

  • Reseña sobre el libro de relatos de terror "Aquelarre":

http://mispeliculasdeterror.com/portada/libroaquelarre-antologia-cuento-terror-espanol-actual

  • Reseña sobre la película "Expediente Warren":

http://mispeliculasdeterror.com/critica/expediente-warren-the-conjuring

  • Reseña sobre la película "Emergo":

http://mispeliculasdeterror.com/critica/critica-de-emergo-apartmento-143


Si os gusta pasar miedo, os apasiona la sangre, los espíritus, vampiros, zombies o cualquier otro tipo de criatura aterradora, esta es vuestra página. Bienvenido al mundo del terror:

http://mispeliculasdeterror.com/